Pocos días antes de la celebración del 12 de octubre –“Columbus day” en USA, “Día de la Hispanidad” en España y América Latina-, la expedición de Colón rumbo al Nuevo Mundo vuelve a dar que hablar con descubrimientos inéditos y detalles sorprendentes. La UNESCO acaba de desmentir oficialmente que los restos encontrados frente a las costas de Haití sean de la Santa María, tal como afirmaba un “cazador de tesoros” estadounidense. Casi al mismo tiempo ha llegado la noticia de la localización del lugar exacto del que partió el Almirante genovés con destino a América. El autor del descubrimiento es el arqueólogo Juan Manuel Campos y su equipo y se produjo tras dos meses de excavaciones en La Fontanilla de Palos (cerca de Huelva, Andalucía, en el sur de España). Los restos encontrados, que incluyen piezas artesanales de cerámica e instrumentos de pesca, permiten conocer detalles inéditos sobre el histórico viaje y su preparación
Campos confirma que el puerto constaba de cuatro elementos: un astillero (donde se construyó la Niña) del que no quedan huellas arqueológicas, una fuente, La Fontanilla –que todavía funciona y donde es probable que Colón se abasteciera de agua-, un alfar o fábrica de alfarería con siete hornos y un espacio multifuncional, la alota, donde se realizaban las transacciones y funcionaba la aduana. “Este último es el descubrimiento que más satisfacciones nos ha dado”, declaró Campos, porque “fue en ella donde Colón hizo los tratos necesarios para organizar la expedición al Nuevo Mundo”.
Según el arqueólogo, La Fontanilla de Palos era un puerto próspero y, contrariamente a lo que pensaban muchos estudiosos, contaba con calado más que suficiente para que pudieran entrar las tres carabelas. Era “un puerto natural, a salvo de los vientos y alejado de las corrientes y muy económico, porque permitía cargar y descargar las mercaderías con gran facilidad”, explicó Campos.
Los restos que se han encontrado confirman que Palos fue “un puerto de carácter internacional y próspero” desde la segunda mitad del siglo XV hasta principios del XVI. Ahora las autoridades locales ya están pensado como aprovechar el descubrimiento. La idea es reconstruir el puerto con las mismas características que tenía en aquella época, trasladando incluso una réplica de las tres carabelas -que ahora se encuentran en otra zona de Palos de la Frontera- para colocarlas en el lugar exacto desde donde zarparon para entrar en la Historia.
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