EL SALVADOR. HISTÓRICA SENTENCIA. La Corte Suprema del país centroamericano declara que las “maras”, las bandas juveniles metropolitanas, son “organizaciones terroristas”

Una sentencia con muchas consecuencias
Una sentencia con muchas consecuencias

La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, en una sentencia que responde a cuestionamientos sobre la constitucionalidad de la Ley Antiterrorista vigente, planteados por ciudadanos privados en 2007, ha declarado solemnemente que las “maras”, las bandas juveniles metropolitanas –difundidas en todos los países centroamericanos, Estados Unidos y varios europeos (Italia, España, Bélgica, Francia y Alemania)- deben ser consideradas organizaciones terroristas y que sus miembros son “terroristas”. La sentencia menciona específicamente a dos de ellas: Salvatrucha o MS-13 y Barrio 18 o Mara 18.

Pero la denominación es mucho más amplia, porque la sentencia agrega que son terroristas todas las pandillas u organizaciones que busquen arrogarse el ejercicio de potestades que son facultad exclusiva del Estado. La calificación de “terrorista” se aplica asimismo a los jefes, colaboradores, apologistas y financistas.

La resolución es perentoria: “no resulta admisible desde las bases del Estado Constitucional de Derecho, el uso de mecanismos para-jurídicos que impliquen negociaciones con el crimen en general, y menos con el crimen organizado, bajo las condiciones de reducir los índices delincuenciales a cambio de beneficios que no encajan en el marco normativo penitenciario o a cambio de dejar sin efecto la vigencia y aplicación de la legislación penal”.

Con esta sentencia se plantean inmediatamente dos cuestiones relevantes: la primera se refiere a los reiterados intentos de negociar acuerdos o treguas con estos grupos (que fracasaron en todos los casos) y quien ahora proponga negociaciones podría sufrir las consecuencias previstas por la ley. En segundo lugar, transfiere la cuestión jurídica a los gobiernos de los países donde operan estos grupos, así como a los organismos regionales como la Unión Europea, la OEA o las Naciones Unidas.

En El Salvador, entre el viernes y el domingo de la semana pasada fueron asesinadas 220 personas que en su mayoría son víctimas involucradas en las múltiples y despiadadas formas de violencia de las “maras”. Desde principios de 2015 las muertes violentas atribuidas a este fenómeno son 3.828, un promedio de 16 homicidios cada 24 horas. En 2014 hubo 3.912 crímenes. Estudios e investigaciones  concuerdan en que las maras cuentan con 69/70.000 miembros, de los cuales 13. 000 se encuentran en la cárcel.

Numerosos representantes de la Iglesia Católica, incluso algunos que en el pasado intentaron entablar algún tipo de diálogo con estos grupos, ya hace tiempo que exhortaban a las autoridades del país para que tomaran decisiones claras y concretas.

Violencia y homicidios en El Salvador superan los índices registrado en los años de la guerra civil. Y se habla de una nueva “insurgencia”.

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