Como era de esperar tratándose de México, el país donde la violencia contra los sacerdotes es recurrente y generalmente queda impune, encontraron muerto al padre Icmar Arturo Orta, de la parroquia San Luis Rey de Francia, en la ciudad fronteriza de Tijuana. El sacerdote había desaparecido el jueves pasado junto con su automóvil e inmediatamente empezaron a temer por su vida, como declaró el arzobispo de la diócesis, Mons. Moreno Barrón.
El padre Orta sin duda fue torturado antes de que lo mataran, confirmó la policía local. Lo encontraron con las manos y los pies atados y el cuerpo presenta numerosas señales de violencia brutal.
El arzobispo de la ciudad fronteriza con Estados Unidos, Mons. Moreno, hizo el anuncio en la catedral con estas palabras: “Queridos hermanos, con profundo dolor les comunico que Dios llamó a su presencia a su querido párroco Ícmar Arturo Orta. Yo sé que la muerte del Padre Arturo es una pérdida muy grande para nuestra Arquidiócesis, pero sobre todo es una aflicción muy grande para ustedes que fueron su comunidad parroquial, para ustedes que siguen siendo su comunidad parroquial, porque él seguirá vivo en medio de ustedes. Ustedes los van a mantener vivo en su mente y en su corazón”.
De los 13 sacerdotes asesinados en América Latina en 2018, 8 murieron en México, 1 en El Salvador, 1 en Venezuela, 1 en Perú, 1 en Ecuador y uno en Estados Unidos.